domingo, 1 de febrero de 2015

Dieta mediterránea



En estos tiempos de comer a la carrera, donde abundan las comidas fuera del mantel doméstico, los alimentos precocinados, y muchas veces las mínimas  pautas correctas, o su clara ausencia, de una alimentación equilibrada y variada, más el amén de hamburguesas y pizzas de las rápidas cadenas, por llamarlas de alguna forma, es necesario volver a recordar los beneficios de la Dieta Mediterránea.


La Dieta Mediterránea, propia de nuestra región,  es conocida desde antiguo, y las actuales evidencias científicas de su bondad ponen de manifiesto su gran importancia en nuestra salud cardiovascular.

La base de la dieta está formada por (sigue los enlaces):

- aceite de oliva

- verduras y hortalizas


- legumbres


- cereales

- fruta fresca

- pescado 


- consumo de agua, según las necesidades diarias.
- actividad física moderada, adecuada a las circunstancias personales.



La pirámide de la dieta mediterránea nos muestra los diferentes tipos de alimentos que debemos ingerir para conseguir una dieta variada y equilibrada.
Las raciones diarias y/o semanales deberán acomadarse a nuestra actividad, estado de salud, edad, sexo, peso, etc.


No sólo es importante desde un punto de vista dietético, también al favorecer el consumo de productos locales, en contra de importaciones con el consiguiente gasto energético, logramos dar un paso más hacia el desarrollo sostenible.






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